Botas negras y marrones, chalecos antibalas, cascos, uniformes de camuflaje y hasta vehículos blindados se ven con más frecuencia en ciudades de la Costa y de la Amazonía.
Los militares tienen la orden de fortalecer el control en las urbes, como una estrategia gubernamental para frenar la ola de delitos. La mayor presencia de soldados es una respuesta al “lineamiento del presidente Guillermo Lasso para frenar la delincuencia”, indicó el general Luis Burbano, jefe del Estado Mayor de Operaciones de las Fuerzas Armadas (FF.AA).
El objetivo es que los militares aporten en la lucha contra el narcotráfico y la delincuencia organizada, que afectan principalmente a Guayas, Manabí, Esmeraldas, Los Ríos y Sucumbíos, de acuerdo con datos que maneja Defensa.
Tras analizar informes de Inteligencia Policial y Militar, Fuerzas Armadas decidió aumentar sus efectivos en 23 ciudades.
Un reciente intervención se ordenó en los 13 cantones de Los Ríos. El viernes inició la operación Espada II, que incluye el empleo de 1 200 uniformados de esa provincia y de unidades militares de Cotopaxi, Chimborazo y Pichincha.
El ministro de Defensa, Fernando Donoso, además indicó que se utilizarán tres aviones, cuatro helicópteros y al menos 104 vehículos tácticos. Así se prevé ejecutar controles aleatorios y sorpresivos en puntos considerados críticos.
Donoso dijo que en esta provincia se ha detectado un aumento de microtráfico. Además, la gobernadora Génesis Blum indicó que hay un incremento de casos de sicariato.
Los datos oficiales respaldan esa aseveración. Un informe del Ministerio de Gobierno detalla que en los siete primeros meses de este año se registran 81 muertes violentas, es decir, 22 crímenes más en comparación con el mismo periodo del año pasado.
En Quevedo también existe tensión por la presencia de personas vinculadas a una captadora ilegal de dinero que funcionaba en esa urbe. El 5 de julio último, cuatro personas fueron asesinadas cerca de la casa en que vivía el cabecilla de la organización, que pertenecía a las filas del Ejército pero ya fue dado de baja. Un mes después, enfrentamientos en la cárcel de esa ciudad dejaron seis muertos. Las investigaciones relacionan ese incidente con la captación de fondos.
En Guayas se contabilizan 536 muertes violentas este año. Guayaquil, Durán y Daule, las ciudades donde se concentra la mayoría de las muertes relacionadas con el narcotráfico, fueron militarizadas.
Soldados a bordo de vehículos blindados de transporte patrullan desde el martes las calles. El objetivo es proteger a los uniformados que participan en los chequeos, en caso de un ataque armado.
Investigaciones apuntan a que bandas rivales que se disputan el control de territorios para el comercio de la droga operan en la zona. El fin de semana, cinco hombres fueron asesinados en el sur de Guayaquil, en tres ataques que se investigan como sicariato. Uno de los hechos violentos se dio el domingo en la isla Trinitaria. Desconocidos mataron a tres hombres. El jueves, con los militares ya en patrullajes, una pareja fue asesinada a tiros mientras circulaba en moto.