Esta semana, el gobierno de una de las figuras políticas más importantes de las últimas décadas comienza oficialmente a llegar a su fin. Las elecciones del 26 de septiembre definirán la sucesión de la canciller alemana Angela Merkel, quien ha decidido llegar hasta acá, aun cuando una reelección hubiera resultado segura.
Merkel completará 16 años en el poder, igualando la marca del legendario Helmut Kohl, el canciller de la reunificación alemana que también fue su mentor político. Aunque no deja a su partido, la democracia cristiana alemana, en el mejor pie, Merkel se retira a sus 67 años como gobernó: con austeridad y con sentido de responsabilidad histórica.
En el gobierno de Merkel fortaleció varios aspectos de su economía: 👇🏼
Regresó a ser el motor de la UE.
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Robusteció su industria manufacturera con el comercio con China,
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El PIB per cápita creció a mejor ritmo que los demás países ricos y generó puestos de trabajo, incluso para los migrantes.
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Asimismo, condujo a la potencia teutona en medio de crisis como la global de 2009, la de la zona euro en 2011, la de migrantes en 2015 y la pandemia del covid a partir de 2020.
Lo más probable es que las elecciones de este sábado inauguren una nueva etapa de la política alemana, caracterizada por coaliciones multipartidistas entre la CDU( Unión Democrática Cristiana Alemana) -CSU (Unión Social Cristiana), los socialistas y los verdes.
🌐Atrás quedarán los más de tres lustros de manejo conservador y austeridad fiscal, para darle paso a un pulso más equilibrado entre los caminos para una mayor inversión pública, una transición verde y mejor infraestructura.
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El fin de la era Merkel deja huérfana la política europea y un gravoso legado a su sucesor que tendrá que mantener el papel de liderazgo de Alemania en Europa y al mismo tiempo cohesionar la Unión frente a las discrepancias, cada vez más profundas, de los países del este como Polonia y Hungría. Pero sobre todo gestionar la vuelta a una mayor ortodoxia económica tras una década de gran endeudamiento, y así poder superar la crisis del covid, pero sin hundir las frágiles economías de los países del sur de Europa.