Este jueves se cumplen 27 años de la desaparición de los hermanos Carlos y Pedro Restrepo Arizmendi, de 17 y 14 años respectivamente.
El 8 de enero de 1988, los hermanos Carlos y Pedro Restrepo salieron de su casa, ubicada en Miravalle (al nororiente de Quito) en un Trooper. Cuando circulaban por las calles Río Coca y Av. Shyris fueron detenidos por policías de la Brigada de Automotores del Servicio de Investigación Criminal (SIC).
Según declaraciones de testigos, entre ellos el exagente del SIC, Hugo España, los menores fueron detenidos ilegalmente, torturados y asesinados por los uniformados que luego arrojaron los cadáveres a la laguna del Yambo.
La familia Restrepo acudió en horas de la mañana de hoy a las instalaciones de la Fiscalía General del Estado para colocar un arreglo floral frente al mural Grito de la memoria, del artista quiteño Pavel Égüez. Este mural es un homenaje a las víctimas de violaciones a los derechos humanos y una crítica a los crímenes de lesa humanidad en el Ecuador y Latinoamérica.
Fidel Jaramillo, director de la Comisión de la Verdad de la Fiscalía General del Estado, dijo a diario El Telégrafo que en la desaparición de los hermanos Restrepo se han receptado nuevas versiones dentro de la indagación previa.
Según el funcionario, el caso Restrepo es investigado en un contexto jurídico de violación a los derechos humanos y el principal objetivo es hallar los restos de los adolescentes.
“Se trató de una desaparición forzosa por agentes del Estado, y al ser un delito en contra de los derechos humanos, no se aplican las mismas reglas que en otros procesos”.
Fuente: Agencia Andes