El cabo 2º Diego Arteaga Paredes y el carabinero Marvin Novoa Grandón en Los Muermos, en Chile, estaban realizando un patrullaje de rutina cuando a eso de las 17:00 horas circulaban por calle Balmaceda. En el lugar vieron a un grupo de niños jugando a la pelota.
Al ingresar por la calle, los pequeños se hicieron a un lado para que el vehículo pudiera pasar. Sin embargo, cuando estaban frente a ellos, al menor del grupo -Bastián, de 4 años- se le soltó la pelota y terminó siendo aplastada por el carro policial.
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Al ver lo ocurrido, los uniformados se bajaron del auto y pidieron disculpas a los padres y a Bastián, quien lloraba desconsoladamente. Luego los policías se subieron al vehículo y abandonaron el lugar.
Pero para sorpresa de Bastián, al poco rato los dos policías volvieron al lugar y se detuvieron justo frente a donde estaba el grupo de niños. Para alegría de ellos traían entre sus manos un balón nuevo para compensar el daño.
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“Él (Bastián) nos dio un gran abrazo y un beso, y nos dijo que cuando grande quería ser carabinero. Cosas así, a uno le llegan“, dijo el policía Marvin Novoa.
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