Una tremenda tragedia ocurrió en el fútbol de Indonesia. La violencia estalló cuando los hinchas del Arema FC entraron a la cancha a las corridas tras la derrota 3 a 2 ante el Persebaya Surayaba, en el estadio Kanjuruhan, con capacidad para 45.000 personas. La policía reprimió y, según informó el inspector general jefe de la policía de Java Oriental, Nico Afinta, hubo 127 muertos.
Según el funcionario, 34 personas murieron dentro del estadio y el resto en camino a los hospitales o ya dentro de ellos.
El sitio Intred explicó que las víctimas fueron trasladadas a dos hospitales. Allí hubo 110 fallecidos. Pero después el Jefe de la Oficina de Salud del Distrito de Malang, Wiyanto Wijoyo, confirmó que había más fallecidos, dos de ellos policías.
“Murieron por el caos, los empujones, los pisotones y la falta de aire”, dijo Wijoyo citado por TVOne, ya el domingo 2 de octubre de 2022 por la mañana.
Wijoyo agregó que los heridos definitivamente eran más de cien y fueron enviados al hospital Saiful Anwar y al hospital Kanjuruhan. Después se supo que hay un número indeterminado de heridos en tres hospitales de la ciudad y del distrito de Malang.
Muchos de los hinchas intentaron atacar a los jugadores rivales. La policía reprimió y así explotó la violencia. “No solo invadieron el campo, también dañaron autos policiales e incendiaron objetos en el estadio. Las acciones de los simpatizantes obligaron a las fuerzas de seguridad a repeler, incluso utilizando gases lacrimógenos”, explicó el sitio Detik.
Se informó que hubo 13 vehículos destrozados, diez de ellos pertenecientes a la policía. Los enfrentamientos continuaron afuera del estadio.
La Liga suspendió todos los partidos del fin de semana y ya se informó que el Arema no volverá a jugar con público en lo que resta del campeonato.